Este pasado viernes 17 de julio, Feliciano López y Alba Carrillo han contraído matrimonio en una ceremonia que será recordada, no sólo por la cantidad de invitados que acudieron a la celebración, sino que también por la imperante necesidad de proteger la intimidad del momento.
Los novios se dieron el sí quiero, aunque con algún que otro momento “lapsus” que se volvió viral en las redes, en el Alcázar de Toledo, ya que éste ofrecía una mayor seguridad para proteger la exclusiva que la iglesia de San Juan de los Reyes, que es donde en un principio la boda iba a tener lugar. En cuanto a ese error, el novio, en el momento que debía decir “Yo, Feliciano, quiero a Alba como esposa” los nervios le traicionaron y en su lugar las palabras que pronunció fueron: “Yo Alba”. Este momento divirtió también a los asistentes. Al salir de la ceremonia, amigos de Feliciano cubrieron a los novios con un pasillo hecho con raquetas que la pareja recorrió mientras reía.
La novia lució un vestido diferente para cada etapa de la boda, los tres de Rosa Clará. El primero realizado en brocado de seda natural, de escote cuadrado acabado en mangas y espalda en chantilly francés; falda de volumen moderado con una llamativa cola de 2.5 metros de largo. El velo liso de tul y seda.
Para el convite, Alba Carrillo quiso, junto a Rosa Clará, diseñar un vestido inspirándose en las tenistas de los años 40 y 50, éste también realizado en tul de seda natural con algunas aplicaciones de vanicas, simulando así los plisados de las faldas que se llevaban en aquella época.
En el momento del baile, la novia lució un impresionante vestido de corte de sirena con pedrería color marfil e hilo de plata.
Ainhoa Josetxo Phototxelfie liked this on Facebook.